Una vez más Rociana se preparó para la festividad del Corpus Christi, en una de las fechas más tardías que se recuerda. La preparación comenzó con el triduo que se celebró del 23 al 25 de junio. Para tal ocasión se instaló un altar presidido por una custodia, y bajo ella ángeles portadores. Completaba la exornación candelería, elementos eucarísticos como la una y la espiga y todo enmarcado tras dosel rojo.El 26 tuvo lugar, una hora antes de lo acostumbrado (9:30) para evitar las horas de más calor, la función por la festividad.
La procesión se desarrolló con normalidad, el calor fue soportable. En esta ocasión había 10 altares, 3 menos que la últimas ediciones. De estos 6 pertenecían a hermandades y 4 particulares.
El cortejo estuvo formado por las hermandades y asociaciones de la población: Cruz de las callas las Huertas, Candao, Arriba y la Fuente. Asociación de la Milagrosa, Corazón de Jesús y Fátima. Las Pro-hermandades de la Borriquita, Cautivo y San Bartolomé y las hermandades de la Virgen del Rocío y del Socorro. La hermandad Sacramental como anfitriona y tras ella el palio con su D.M. escoltado por las insignias de Adoración nocturna y detrás el pueblo.
Como en los últimos años, las calles del recorrido aparecían exornadas con ramas de pinos sobre las fachadas y asfaltada por una alfombra de enea, juncia, romero y tomillo. Como novedad este año, la hermandad Sacramental ha colocado banderas nacionales en todas las farolas del recorrido.
De Majestuoso podemos definir el altar efímero que este año instaló la Hdad. Sacramental. Por primera vez ha sido presidido por la Virgen del Rosario de la parroquia, talla en madera de la escuela valenciana. Para la ocasión la imagen estaba vestida con manto azul y encajes en el rostrillo. A menor altura aparecía una custodia y unos ángeles portadores. Y todo el conjunto enriquecido por la plata de los respiraderos y candelería del paso de la Virgen de los Dolores. Los elementos florales estaban compuestos por buqués de flores blancas sobre jarras y haciendo alusión a la festividad aparecía las espigas y la uva y el producto de éstas pan y vino.
El segundo de los altares instalado en un domicilio de la calle Amargura lo presidía una pequeña imagen del Corazón de Jesús tras el estandarte de la Virgen del Carmen y su candelería.
La Hdad. del Rocío optó este año por instalar su simpecado tras una pared formada por eucalipto y sobre una mesa de altar.
La imagen de la Virgen del Buen fin un año más estuvo en un altar particular en la calle Amargura. Aparecía en esta ocasión vestida con saya y manto bordado en color crema y adornadas con flores en tonos violetas.
Otro de los altares particulares estaba instalado en el 19 de P. Miguel Hdez y lo presidía la imagen de un niño Jesús tras dosel rojo.
En el número 13 de la misma calle la familia García-Márquez instaló un altar en el zaguán de su casa y lo presidía una imagen de la Virgen del Socorro obra de Juan Manuel Parra y vestida a la usanza de la patrona de Rociana.
Un conjunto muy interesante fue el instalado por la Hdad. de la Cruz de Arriba, compuesto por una custodia sobre la peana de su paso procesional. El conjunto aparecía adornado por ángeles e imágenes del niño Jesús todo enmarcado tras dosel verde con corona. Como curiosidad realizaron una alfombra con sal.
De forma muy sencilla como es costumbre en la Hdad de la Virgen del Socorro, su altar lo constituía la imagen del Corazón de Jesús que se venera en su ermita con cuatro candelabros y dos ángeles a su lado, todo sobre la mesa de altar.
Un año más la Hdad. de la Cruz de la calle La Fuente colocó en su altar la imagen de San Sebastián en su altar situado en la calle Sevilla. Flores en blanco y rojo fueron las elegidas para adornar junto con dos de los candelabros de guardabrisas del paso procesional.
Bajo un gran dosel de tela roja fue instalado el altar de San Bartolomé junto a las cruces de la calle Orozco y Las Huertas. Una pequeña imagen del patrón presidía el altar adornado con candelabros y junto a una de las antiguas cruces de la calle Las Huertas y el estandarte de la calle Orozco.
Mención merece la fachada del piso de Antonio Padilla muy adornado para la festividad con colgaduras, macetas y cornucopias.
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